El lujo de los detalles.

Siendo el fideicomiso un contrato que tiene dentro de sus finalidades darle seguridad jurídica a los inversores, deberemos prestar especial atención a su diseño teniendo en cuenta que la diferencia va a estar en la interpretación y configuración de los detalles.

Independientemente del tipo de negocio que se quiera estructurar bajo de la forma de un fideicomiso, los distintos inversores tendrán sus propias inquietudes en el período previo a la firma del contrato, por lo que este proceso deberá ser llevado a cabo en distintas etapas, con la firma escalonada de diferentes documentos preliminares para llegar a la consecuente firma del contrato.

Si tomamos como ejemplo el caso de los fideicomisos agropecuarios tendremos entre los posibles inversores a aquellos que aporten la tierra, maquinarias, semillas, agroquímicos, fertilizantes, etc., como así también quienes hagan su aporte en dinero en efectivo.

Una vez que se determinen los objetivos, estrategias y planificación, los cuales tendrán las adecuaciones necesarias en función de la evolución de los escenarios, se determinará si se opta por un fideicomiso cerrado, en el cual los fiduciantes están previamente determinados o por uno abierto, donde podremos encontrar fiduciantes originantes y fiduciantes adherentes.

Carta de intención: los potenciales inversores, en cualquiera de sus tipos, manifiestan su deseo, en forma no vinculante, de incorporarse con sus aportes al proyecto. Estarán dando las autorizaciones para que los profesionales realicen sus primeras intervenciones, como por ejemplo selección de campos, análisis de sus aptitudes mediante la obtención de imágenes satelitales, informes climatológicos emitidos por especialistas reconocidos, cartas de suelo realizadas por la correspondiente estación experimental del INTA, cartas topográficas y datos de campo, entre otros, lo cual establecerá la viabilidad del proyecto.

Memorando de entendimiento: se reflejan los avances realizados en la investigación previa y los candidatos a invertir asumen la obligación de llevar a cabo sus aportes.

Contrato de fideicomiso: a diferencia de otras formas asociativas se lo diseña en base a los detalles del negocio en particular, funcionando como un verdadero sistema. Es fundamental que el profesional que intervenga en esta etapa de configuración, interprete y traduzca los intereses y objetivos del negocio, de las partes intervinientes y los conjugue con los detalles de cada emprendimiento en particular y las normas aplicables al caso. 

De esta manera se logrará constituir un instrumento eficaz que permita el desarrollo del proyecto en un marco de seguridad jurídica, flexibilidad y agilidad.

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