En abril de 2019, publicábamos un artículo relacionado con afrontar las crisis de las empresas a través de acuerdos con los acreedores para poner freno al avance de las situaciones críticas antes de que se tornen irreversibles.
En nuestro artículo Una crisis, una oportunidad señalábamos distintas causas de dichas crisis, pero hace un año no podíamos prever la situación mundial que hoy nos atraviesa. Dentro de los peores escenarios que se podían contemplar a corto y mediano plazo, la variante de esta realidad que rompió el marco fue de imposible predicción para cualquier analista.
En este nuevo escenario, las empresas enfrentan el colosal desafío de mantener su funcionamiento, mantener los puestos de trabajo y reinventarse para sobrevivir a este “cisne negro”.
Si bien todos sabemos que el momento que nos toca atravesar no será eterno, también tenemos que entender que estamos ante un cambio de paradigma y es imprescindible analizar nuevas opciones y poner en marcha todos aquellos mecanismos y recursos que estén disponibles para que nuestras empresas puedan seguir funcionando y aceleren la recuperación.
Hoy transitamos una crisis nunca vista, que requiere de una visión estratégica, de la capacidad de entender que estamos ante un cambio de paradigma social, de la predisposición para tomar decisiones rápidas y dar pasos firmes para poder hacerle frente y recuperarnos.
Como parte de las opciones y recursos disponibles para analizar, el fideicomiso, como ya vimos en otros artículos, se utiliza como plataforma para instrumentar los acuerdos a los que lleguen los diferentes actores que componen la cadena de valor asociada a la empresa. Hoy más que nunca el futuro de las empresas tiene que ver con la capacidad de generar nuevos acuerdos entre la empresa, proveedores, inversores y demás actores de la cadena de valor. El fideicomiso es la plataforma sobre la cual se puede articular la reconversión, instrumentando por ejemplo un fideicomiso de administración (que puede incluir la incorporación de nuevos inversores), un fideicomiso de garantía de las obligaciones , o del tipo que mejor se ajuste a cada caso en particular. En esta línea, con la constitución del fideicomiso se posibilita la continuidad de la empresa y se protege el patrimonio de la misma de manera segura, ágil y flexible.
“Juntos” es la palabra del momento. Enunciados como “de esto salimos todos juntos” o “juntos nos cuidamos” son aplicables al escenario de las empresas, donde la posibilidad de sobrevivir, reinventarse y reponerse definitivamente tendrá que ver con un esfuerzo conjunto entre cada una de sus partes y con nuevos acuerdos estratégicos que se puedan implementar.
En este marco estaremos asesorando de manera gratuita hasta el 13 de abril sobre la aplicación del fideicomiso en las empresas. Para agendar un encuentro online o una charla telefónica, se pueden comunicar por WhatsApp.