Sin duda alguna el sistema de franquicias es el modelo de expansión comercial por excelencia aplicado a nivel global por las empresas. Es un engranaje clave en el mecanismo de crecimiento económico. En Argentina, tal como afirma el Director de la Asociación Argentina de Marcas y Franquicias Carlos Canudas Rivell: “En cantidad de franquiciantes, somos el tercer país de América Latina después de Brasil y México, pero en exportación de franquicias somos los primeros”.
Sin embargo, muchas empresas prefieren mantener el control estratégico sobre determinados puntos de venta, por lo que toman la decisión de llevar adelante dicha expansión comercial por cuenta propia. Ante la posible ausencia de financiamiento para implementar esta variante, se puede considerar un modelo diferente que permita avanzar en esta línea. ¿De qué manera? A través de la conformación de un fideicomiso.
La empresa que desea expandirse por cuenta propia, constituye un fideicomiso en el cual pasa a ser el fiduciante originante, aportando la marca, el producto, el know how y el diseño del local, entre otros elementos. Por otro lado, quienes realizan el aporte de capital necesario para la puesta en marcha del punto de venta se constituyen como fiduciantes adherentes. El rol de fiduciario, es decir, el profesional que gerencie el emprendimiento, será ejercido por aquella persona seleccionada y capacitada por la empresa.
Asimismo, este modelo es interesante para aquellos inversores que deseen participar de diferentes proyectos armando un portfolio diversificado ya sea en distintas marcas dentro de un mismo rubro o en marcas de diversos sectores.
Por ejemplo, para aquellos que deciden intervenir en el rubro gastronómico, un rubro que dicho sea de paso tiene una participación del 41 % del total del mercado de franquicias, podrá optar por invertir en distintas marcas, zonas geográficas o propuestas gastronómicas a través de una plataforma que agiliza la entrada y salida en diferentes proyectos, hecho que se traduce en una mayor dinámica de las inversiones en general y una reducción total de costos.
Por otro lado, en lo que refiere al modelo de franquicias, si bien en nuestro país la mayoría de los franquiciados potenciales cuenta con el dinero para la operación, a veces, cuando no les alcanza, toman préstamos familiares o se asocian. En estos casos, se puede constituir un fideicomiso que tenga como objeto invertir en determinada franquicia, de modo tal que el aporte de una pluralidad de fiduciantes (inversores) permita generar un patrimonio que el fiduciario (ejerciendo un rol de franquiciado) invertirá en el emprendimiento que se establezca en el contrato.
De esta forma también podrán diversificar las inversiones en distintos fideicomisos vinculados a distintos rubros comerciales de una manera flexible, ágil y con menores costos.
En conclusión, tenemos en el fideicomiso una herramienta para financiar la expansión de la empresa en forma independiente o combinada con el sistema de franquicias.